¿Cuánto tiempo permanece un tema o una noticia en la portada?, ¿durante cuánto tiempo nos “importa” algún tema que nos afecta a todos los mexicanos?
Los medios de comunicación son un reflejo de lo que nos interesa a las personas que consumimos su contenido. Nuestros clicks, las publicaciones que compartimos en redes sociales y a las que les damos “me gusta” muestran nuestro interés colectivo en ciertas noticias o nuestro desinterés en otras. Algunos temas nos saturan rápidamente mientras que otros, despiertan nuestro interés por semanas.
Durante 2018, por ejemplo, las campañas electorales fueron el centro de la atención de prácticamente todos los medios de comunicación. Desde “mochar” una mano a los criminales, el apodo de Ricky Riquín Canayín, la declinación de Margarita Zavala… prácticamente todos los días los periódicos se cubrían de notas sobre las campañas. Pero llegó el mundial de fútbol masculino en Brasil y con el mundial, el triunfo de México contra Alemania ocupó prácticamente todas las primeras planas los días siguientes. La euforia de haber vencido a la selección alemana se sentía en las calles y se veía en nuestros medios de comunicación y periódicos. Pasaron unos días, y tras otro triunfo (contra Corea) y un par de derrotas (contra Suecia y Brasil) abandonamos mundial. La selección mexicana dejó de ocupar la nota del día. Para esa semana, las elecciones en México y el triunfo de López Obrador ocupaba ya toda la cobertura de los medios y las portadas de los periódicos mexicanos. Con la llegada al poder de López Obrador, se anunciaban el proyecto del Tren Maya, los planes de Santa Lucía y, en las portadas y noticieros, el aeropuerto que no será. Así, el ciclo de las noticias sigue, semana a semana. Lo que un día fue relevante, al día siguiente ya no nos importa.
Pero ¿qué determina la permanencia de una noticia en los medios de más circulación nacional? ¿importan más ciertas noticias que otras dependiendo del lugar de su origen? ¿son algunas ciudades mediáticamente más valiosas que otras? Pensando en esas preguntas en el contexto de uno de los eventos más relevantes de los últimos años en nuestro país, el sismo del 19 de Septiembre de 2017, nos dimos a la tarea de indagar en el comportamiento de los principales medios de comunicación locales y obtuvimos resultados sorprendentes.
Nuestra investigación se enfocó en medir la atención que los medios de comunicación en México dieron al sismo del 19 de septiembre de 2017. Para ello, tomamos las noticias que los 19 principales medios de comunicación nacionales publicaron en las semanas siguientes al sismo y observamos un patrón. El sismo nos golpeó el martes 19 de septiembre de 2017, justo 32 años después del ya histórico sismo de 19985. La reacción de los medios no se hizo esperar y al día siguiente, el miércoles 20, poco más de 80% de las noticias que se publicaron en los medios nacionales estuvieron relacionadas al sismo. Ya sea a los daños, la atención a la emergencia o las víctimas del desastre. Y durante algunos días, el sismo ocupó las primeras planas y casi todas las notas. Sin embargo, el tema fue “pasando de moda”. Una semana después del sismo, la mitad de las notas estaban relacionadas este desastre; dos semanas después, la proporción de noticias decayó al 25%; un mes después del sismo, sólo 10% de las notas guardaban alguna relación con este.
Lo interesante es que, gracias a un modelo matemático, detectamos que la forma en la que el tema del sismo acaparó los medios de comunicación y se fue lentamente enfriando, es sumamente estable. Cada día el tema del sismo perdió 10% del interés que tenía durante el día anterior. Esto quiere decir que si el 100% de las notas del periódico en el día en el que tuvo lugar el sismo estuviesen dedicadas a este, estimamos que, al día siguiente, el 90% de las notas seguirían hablando del tema; al segundo día, el 81%; al tercer día, el 72.9%, al cuarto día, el 65.6%, etc.
— [Figura] La imagen muestra la cobertura de los medios de las cuatro semanas posteriores al sismo del 19 de septiembre de 2017 y en rojo se muestran las noticias que estuvieron relacionadas con el sismo. Arriba es el total de noticias que se publican en cada momento y abajo se muestra la clasificación entre noticias relacionadas con el sismo respecto al total de noticias.
Con el paso del tiempo, las notas se enfrían y parecen seguir un patrón sumamente estable, reflejo de que el tema deja de captar nuestra atención.
La Ciudad de México y su Zona Metropolitana suele acaparar la atención de los periódicos de circulación nacional, pero esto no supone ninguna sorpresa. Además de ser el centro político y económico del país, tiene un poco más 22 millones de habitantes en esa zona metropolitana, así que hay mucho de qué hablar. Sin embargo, si la CDMX y su zona metropolitana tienen (casi) diez veces la población de Toluca o de Puebla, entonces debería de haber diez veces más noticias respecto a la CDMX que respecto a Toluca. Pero la realidad no es así. Una forma interesante de medirlo es tomar el número de noticias que se generan en cada ciudad por cada cien mil habitantes, y así, podemos comparar cuánta atención le ponen los medios de comunicación a las diferentes ciudades.
Gracias a que logramos medir la atención de los medios de comunicación y determinar cuánto interés nos generan, por persona, las diferentes ciudades, detectamos que las personas de la CDMX y su zona metropolitana, generalmente acaparan 2.5 veces más noticas, por cada cien mil habitantes, que las personas de Puebla o Toluca. Y Puebla, a su vez, es (casi) diez veces más grande que Pachuca y ello, lo que significa, es que Puebla acapara 2.5 veces más noticias por cada cien mil habitantes que Pachuca. Pachuca, a su vez es diez veces más grande que Tequesquitengo y entonces suele generar 2.5 veces más noticias por cada cien mil habitantes que Tequesquitengo. Y ese fenómeno se acumula! Las personas de la CDMX y su zona metropolitana generan 6.3 veces más noticias por cada cien mil habitantes que las personas de Pachuca y 15.6 veces más noticias que las personas de Tequesquitengo. Rara vez los medios de comunicación hablan sobre eventos o sucesos que suceden en ciudades pequeñas y la CDMX acapara un porcentaje muy grande de las primeras planas.
El sismo, además, nos permitió medir cómo se mueve la atención de los medios en diferentes ciudades. Durante la semana en la que sucedió el sismo, Puebla, Cuernavaca y la CDMX recibieron más o menos la misma cantidad de noticias por cada cien mil personas, pero Jojutla recibió mucha más atención por cada cien mil habitantes. El impacto que tuvo el desastre en Jojutla fue cubierto extensamente por los medios de comunicación y durante algunas semanas, Jojutla recibía mucha atención por cada cien mil habitantes. Pero, al pasar el tiempo, la atención por ciudad regresó a la normalidad y la CDMX volvió a sus niveles de atención habituales, acaparando casi siempre las primeras planas.
Los medios de comunicación son un reflejo de la audiencia, de lo que nos interesa y de lo que queremos leer. Incluso se dice que “la gran jefa de un periódico es su audiencia”. Nosotros somos quienes decidimos cuándo las noticias se vuelven aburridas y repetitivas, y nosotros somos también quienes escogemos que las ciudades grandes, como la CDMX, sean más noticiosas que el resto del país.
Si te interesa la metodología y los resultados, puedes consultar nuestro artículo (en inglés) aquí
Rafael Prieto Curiel es Doctor en Matemáticas por parte de University College London y actualmente es investigador en el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Oxford. Lo puedes seguir en @rafaelprietoc
Carmen Cabrera Arnau estudia un doctorado en Matemáticas en University College London
Mara Torres Pinedo estudia un doctorado en Riesgos y Resiliencia en Institute for Global Prosperity en University College London y la puedes seguir en @maratpinedo
Humberto González Ramírez estudia un doctorado en transporte y movilidad en Université de Lyon y lo puedes seguir en @hummmbert
Este artículo fue resultado de nuestra investigación doctoral en University College London y en Université de Lyon y fue lograda gracias al apoyo de Conacyt.